Aún recuerdo mi primer San Valantains como si fuera ayer, bueno… en verdad fue ayer, la botella traía Ballantine´s, tuve que beberla entera para comprender la teoría de Comunicación Audiovisual pero no sirvió para nada, pues sigo sin descubrir el elemento icónico dominante.
Al final la intención no era simbólica, era emborracharme, y la imagen de figurativa en formato vertical pasó a ser arbitraria horizontal y pude comprobar el grano del parquet flotante.
Desde un punto de vista contrapicado descubrí 2 situaciones espaciales y otras tantas temporales, antes de caerme, en el que tenía como referente a Kandinsky y las hierbas que se fumaba, y después de caerme, con signos de dolor, en el que hay fuera de campo, de cuadro y hasta de juego; y si no lo ves, es porque a la cámara oscura que tienes en la cabeza le faltan las lentes convergentes biconvexas suficientes. -¿Lo veis ahora? ¿Vale, vale?-
Me levanté del suelo a la mañana siguiente con una extraña sensación, todo olía a flores, -¿qué es esto?, ¿un anuncio de compresas?- me di cuenta q era mi desayuno y no pensé más tonterías. Reflexionando y refractando, mi subconsciente me preguntó:-Sabes qué día es hoy ¿no? -Si, claro, martes y no faltaré al partido de EMTUSA- -Es San Valentín y deberías comprarle algo a Margarita, la profesora más chachi del mundo-
Pensaba salvar la situación con una postal de mierda, y sin saber muy bien como, aparecí en el portal del edificio donde compartía piso con Mercedes y Tanarro.
Iba a picar al timbre cuando se abrió la puerta y allí apareció, deslumbrante, soberbia, grandiosa, preciosa, hermosa… su vecina…. la novia de aquel cuarentón rico y elegante del Porche.
-No está aun lista, sube- dijo una voz del micro.
Entré en la casa, era idéntica a la de las Chicas de Oro -Hola yerno, soy tu suegro-
no podía creerme lo que veía, aquel hombre que tenía delante era el mismísimo Fattorello, ¡el padre de MAC! – Ya era hora de que mi hija se echara novio, mil polacos lo intentaron y ella a todos los rechazó por sus estudios; ven a mis brazos muchacho, que mis manos irán a tu cuello como te pases un pelo…
-Noooo, noooo, solo soy su alumno, únicamente quería aprobar su puñetera asignatura haciendo la pelotaaaaaaa-
Me desperté de golpe, maldiciendo a Wilbur Schramm, Roman Gubert y Noam Chomsky a la vez. Menudo cacao, solo había sido un sueño, pero visto sin filtros de interferencia, con los colores primarios al libre albedrío.