Toca otra vez, viejo perdedor.

Nunca pensé en dejarlo, nunca pensé en dejar nada, aunque mi tío insista en q la lesión cada vez va a ser más frecuente.
No es que no quiera, es q no puedo escribir muy a menudo en el log, mi vida por semana se puede resumir así:
8:00 Suena el móvil, con su eterna canción. (Son 45 minutos a la carrera por casa)
8:45 Arranca Daniel, q nos vamos (son otros 45 minutos de voces y broncas, por la carretera).
9:40 Agotado, entro en casa soltando maldiciones mientras dejo los 2 cuartos de pan sobre la mesa de la cocina.
10:00 Intento despegarme del ordenador, q me llama, me atrae, y si lo consigo, empiezo a estudiar Telemática y las demás asignaturas.
13:30, hora de comer, por cierto, hoy toca calentar "les fabes" en el microondas...
14:30, el camino a clase. Las mismas personas, los mismos lugares, la misma música, siempre me pregunto si todos aquellos con los q me cruzo, se habrán dado cuenta q siempre paso por delante suyo.
15:00-21:00, es curioso, pero siempre tengo amnesia en este intervalo, y no logro recordar q es lo q hago en todo ese tiempo.
21:27, llegada a casa, entro por la puerta aturdido, sin rumbo, solo voy buscando mi único objetivo, encender el ordenador.
21:35, la cena. Mierda, solo mierda (por la tele eh....).
22:00 Messenger. Me conecto y veo a esos extraños seres q tengo agregados, algunos hasta me hablan, pero yo no tengo mucho q decir, sobre todo cuando llevas 4 días haciendo lo mismo. (Otro día escribiré más sobre esto, necesita un post a parte...).
23:10 La cama. Entro en ella, dolorido y soltando lamentos de anciano, deseando cerrar los ojos y esperar que el día de mañana nunca llegue.